LA GUERRA Y LA PAZ

En estos días tan difíciles que estamos viviendo es bueno hacer de vez en cuando un paréntesis en nuestras actividades y rogar a quien sea, tu Dios, mi Dios, el de tu religión o el de todos nosotros para que los seudo-líderes de los países mas grandes reciban un rayo de luz en sus seseras y puedan tomar decisiones que resuelvan un poco los tantos conflictos que tenemos diseminados por toda la geografía en estos momentos. Con sólo mencionar la guerra de Irak, de Afganistan, Israel, Franja de Gaza, Líbano, los países africanos, los musulmanes, las amenazas de las Coreas, el posible Iranicidio que han tratado de arrancar a como dé lugar, las inmigraciones masivas de un lado a otro obligados por las mismas guerras, conflictos de intereses, hambruna y persecución política, tenemos un cuadro bastante feo de cara al futuro inmediato. Las formas secretas, aceleradas y maliciosas en que muchos países se han armado hasta los dientes con armas nucleares, léase de devastación masiva, debe ponernos a reflexionar y pensar un poco en vivir lo más rápido posible, día a día, absorbiendolo todo con un solo jalón de la cuerda pues no sabremos si despertaremos del último sueño o si habrá un momento de nuevo para recostar la cabeza en la almohada.
Creo que he vivido lo suficiente pero no soy yo el único ser humano que habita la Tierra. Hay millones de personas, mujeres hombres, niños, de todos los colores y edades. Entonces porqué le permitimos a un grupo de personas que dirijan nuestros destinos de manera equivocada, con rumbo claro e inminente hacia una catástrofe mundial. Es tiempo de parar ya, de hacer algo, de unirnos todos o será demasiado tarde.